A veces, sólo a veces, me siento también como un quiltro, de esos encorvados y raquiticos que caminan a la deriva por el Arrabal. De aquellos a quien todos acarician pero que nadie se llava para la casa. A veces, sólo a veces, lo juro. Recojo mi cuerpo y salgo a vagar por estas calles.
No sé si valga la pena presentarme. Con el tiempo sabrán mi nombre. Lo único que vale la pena saber por ahora es que no tengo hogar. Porque soy un vagabundo, un vagabundo interestelar. No soy de acá. Llegué a este lugar por osmosis, huyendo de remordimientos de vidas pasadas, por haber cometido pecados patéticamente similares a los vuestros, en un mundo patéticamente similar a este.
Huí de mi tierra natal ahogado por la mierda de vida que allí llevaba. Atravezando murallas, cambié. Me dormí en el viaje y para cuando recupere la conciencia ya estaba aquí. Este lugar... los colores son tenuemente distintos y el aire ligeramente más liviano. Pero en escencia es lo mismo que mi mundo. Acá la gente también corre de lado a lado sin tiempo para pensar, siempre apurada, drogandose de vez en cuando, saturando sus cuerpos con alcohol, grasas y azucar; y sus mentes con porno, deportes y culebrones de bajo presupuesto.
A veces... sólo a veces, lo juro. Pienso. Y me confundo y creo que jamás huí, que sigo en mi planeta. Pero sé que no, porque las caras acá son distintas y los nombres que escucho no me suenan de ninguna parte. Hubo que adaptarse a este lugar. onseguí trabajo para subsistir, masticando sus alimentos mutantes, sus vacas transgenicas. Trabajo frente a un ordenador, que es lo más cercano a casa de lo que nunca podré estar. Por que este mundo, este mundo es igual, pero también es distinto, y a veces miro las estrellas y siento nostalgia. Pero perdí el camino, y ya nunca podré regresar.
De noche salgo a caminar por las aceras frías, tratando de recordar. Mi Mundo. Ahora lo extraño. Porque allí al menos odiaba, y el odio también es un sentimiento. Y los sentimientos mantienen vivo el corazón.
Sé que jamás regresaré a mi planeta, azul y redondo, con nombre de Diosa. Y es gracioso. Es gracioso, porque muchos matarían por estar en mi pellejo. Muchos matarían por estar en mi lugar. Se maravillarían con este planeta y con sus personas. Sus ojos se llenarían de lágrimas al exclamar "¡No estamos Solos!". Es gracioso, porque se equivocan. Es gracioso, porque si lo estamos. Sólo a veces, pienso. Y lo juro. Vayamos donde vayamos, estamos solos.
2 comentarios:
Increíble la última parte, excelente descenlace!
Cuatico! (y)
me gusto, arto, aunk igual da pena, ya que a veces, lo juro, pensar da pena.
cuidate y buenas vibras!! (y)
(ta weno (y) )
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