Aterrizamos cerca del Faro porque estabamos atrasados. Los marcianos que nos abdujeron eran pura buena onda y nos sirvieron leche y galletas. Después nos abrimos paso a través de los vacíos estelares luchando contra demonios con cara de funcionario público hasta llegar al Gran Lago, por donde de vez en cuando merodeaba el Caleuche. A eso de las cuatro o cinco de la mañana (era difícil determinar la hora desde que la Luna se había estrellado con la Tierra) llegó el Buen López, al que todos respetabamos por su extraño apellido. Nos contaba historias del pasado, en donde según él había López y Pérez y González por doquier, y el Gran Lago junto a nosotros era un valle, y en ese valle había una ciudad que se llamaba Santiago, en donde sus habitantes se transportaban en máquinas de cuatro ruedas llamadas "micros", en donde los funcionarios públicos velaban por el bienestar de los civiles y en donde el Faro era llamado Torre Entel, y servía para captar y enviar mensajes a través del aire. Nadie le hace mucho caso al Buen López, después de todo, ya estamos viejos para historias de ficción.
1 comentario:
Se te olvidaron los Cortez! XDD
piola (y)
me pregunto si esos ovnis habran sido los mismos k nos abducieron a mi y a xady el otro dia... en volá son! xD
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