Aunque no los puedo ver, siento sus pasos. Ya siento que vienen por mí, lo percibo en el aire. La tierra retumba bajo sus pesadas botas remachadas de acero, por aquí y por allá puedo ver como relucen en la oscuridad sus fusiles. No, no tengo miedo. Si estoy corriendo es sólo porque mi instinto me dice que debo hacerlo, porque mi orgullo no quiere verme humillado y por debajo de estos imbéciles mal entrenados. Pero... ¿Qué es esto?
Mierda. Una bala en el hombro. Por suerte que esta oscuro. Este bosque...lo conozco de memoria. Era parte de mi ruta de cartero. Ellos no. Terreno nuevo... eso me da una pequeña ventaja, debo aprovecharla si quiero salir de aquí. Mierda, ahí están otra vez...
Aquí no pueden verme, por suerte. Estos árboles se caracterizan por sus raíces, que se levantan del piso y ofrecen buen refugio a los animales salvajes...
Desde aquí tengo muy buena perspectiva. Ya los he contado, creo que son siete, jóvenes e inexpertos. ¿Qué es esto? Vaya...tienen miedo. Si lo pensaran bien, sabrían que la balanza está a favor de ellos: Tienen la ventaja numérica y están armados hasta los dientes. Yo soy débil y enfermizo, ni siquiera tengo algo con que defenderme, y dudo que logre alguna oportunidad contra ellos, a pesar de su ineptitud... Pero creo que he hecho un buen trabajo al crear el personaje, ellos deben pensar que soy una especie de superhombre o algo así...jejeje, mi fama me precede.
Aquí viene uno... intentaré algo, aunque creo que pude ser peligroso...
Okay, creo que no soy tan malo luchando. Ha mordido el polvo y no alcanzo ni a gritar... solo está inconsciente, ya no quiero que mis manos se llenen más de sangre. Al menos él me servirá de algo...
Tango un Fusil, un cuchillo y un chaleco antibalas... de todas formas es mejor correr que enfrentarlos. Además, estoy herido. No creo que pueda hacer el truco de las patadas al cuello de nuevo...
Siempre he tenido esa especie de sexto sentido en donde sé de antemano qué ocurrirá...esta vez mi mente está nublada por el miedo. Creo que esta noche voy a morir.
Miro hacia atrás, y siento pena. Pienso en todo lo que no podré hacer, en las promesas que no podré cumplir, en la gente que me extrañará y que no sabrá por qué no la visitaré este verano. Pienso en lo joven que soy aún, y en todos los secretos que me llevaré a la tumba sin revelar...
Soy el último de mi raza, y el primero. Toda mi cultura, todas mis costumbres, todos mis ritos y conocimientos se irán una vez que me alcancen. Ahí vienen...
Tropiezo con algo y caigo al suelo. Sin apuntar, disparo y siento un grito. Mi eterna suerte...justo en la cabeza, me incorporo a duras penas y sigo, pero siento algo caliente en la pierna...Dios...sangre. El dolor acompaña ahora mis pasos. No llegaré mucho más lejos.
-Alto.
Si, este es el final. El grito del soldado lo ha dicho todo. Aquí...aquí acaba el bosque, ahora viene solo este claro y después...el abismo. Ya están todos aquí. Me volteó. Los enfrento, los encaró. Me matarán, claro. Pero moriré luchando. Hace unos años la imagen de un Yo entre el abismo y un grupo de soldados, con el torso desnudo y un arma en la mano me hubiera llenado de orgullo. Es un buen final. Pero ahora no. Ahora quiero vivir. No lo comprendemos hasta que lo vivimos.
Estoy Gritando. Despojando a mi mente de todo pensamiento, grito. Y disparo.
2 comentarios:
Ficciones es un libro de Borges...
Me gustó la narración, se puede sentir el iedo del personaje, su respiración agitada, y ese momento q todos hemos vivido y que todos vivirán en el cual te encuentras cara a cara con la muerte.
Atte.-
S.H.G.
cambia el color de esta huea porfa, me sangran los ojos
Publicar un comentario